Trastorno Oposicionista Desafiante: La «patología» de la interacción.

«No quiero… ¡No! Eso tampoco.!!»
«¡Tráeme eso! ‘Házlo tú, no quiero no quiero»
«No tengo hambre. No tengo sueño, no quiero nada! ¡Nooooo!»
¿Conoces el Trastorno Oposicionista Desafiante? (TOD)
También llamado trastorno negativista-desafiante. Es una afectación conductual que se presenta desde la infancia y puede mantenerse hasta la adolescencia. Se caracteriza por tener un patrón de conductas desafiantes y hostiles.
¿Cuáles son sus principales síntomas?
- Estado de ánimo constantemente irritable: el niño pierde la paciencia fácilmente y con frecuencia, suele ser muy sensible y se irrita con los demás, se enoja o tiene un constante estado emocional de resentimiento,
- Comportamiento desafiante, generador de «conflictos»: A menudo discute con adultos o con personas de autoridad. Suele desafiar a otros de forma activa o se niega a cumplir peticiones o las reglas de los adultos. Puede hacer enojar o molestar intencionalmente a los demás. Puede culpar a otras personas de sus errores o de su mala conducta.
- Comportamiento hiriente o vengativo: Cuando esta alterado, puede decir cosas crueles o hirientes, intenta buscar «venganza» al estar en un estado emocional constante de recelo o resentimiento.
Esta manifestación de síntomas ocurre directamente con personas cercanas al niño. Iniciará generalmente con los padres y si no se trabaja o pesquisa a tiempo, puede generalizarse hacia otros contextos como la escuela.
Los síntomas de «mala conducta» además se diferencian notoriamente de otros niños de la misma edad y de su mismo contexto sociocultural. Es decir, en un ambiente social se identificará que estos comportamientos son «exagerados» para su edad.
Su prevalencia estimada del 3,3%, según DSM-V. Pero en en casos de niños con Trastorno de Déficit atencional con Hiperactividad (TDAH) se puede dar entre un 30 al 50%. Es decir, podemos tener un niño con TDAH y TOD.
¿Cómo se trata el TOD?
Es una patología de la interacción. ¿Qué significa? que la dinámica familiar y el manejo correcto de dichas conductas será indispensable para su abordaje. Todas las interacciones tienen que fluir de manera armoniosa y de forma constante. Establecer límites de forma adecuada, aprender a ceder, llegar a acuerdos. Generar contención emocional sin llegar a «premiar» comportamientos adecuados. ¿Es posible? ¡Sí! ¿Es fácil? No. El TOD puede ser muy desgastante a nivel familiar y de crianza, por lo que se requiere acompañamiento terapéutico para su intervención.
Creo que mi hijo/a tiene Trastorno Oposicionista Desafiante. ¿Qué debo hacer?
Según la edad de tu hijo, tienes dos opciones: Consultar con un Neurólogo o Psiquiatra Infanto-Juvenil. Si tu hijo está en etapa pre-escolar (3 a 5 años) recomendamos neurólogo. Los especialistas médicos te acompañarán para un proceso diagnóstico y recomendaciones generales.
A nivel de terapia, una terapia sistémica-familiar e interdisciplinaria siempre es la mejor opción. Acá te recomendamos terapia Psicológica y Terapia Ocupacional. ¿Con quién partir? Psicólogo siempre será una excelente opción. En caso que tengamos niños con altos niveles de impulsividad física, desorganización de la conducta e inmadurez de juego, el Terapeuta Ocupacional te puede ayudar. Sin embargo, cada caso debe analizarse de forma individual. Para saber con qué terapeuta partir, puedes escribirnos y consultar. Intentaremos guiarte en este proceso.
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Atte.
Equipo Jugar y Crecer